El cambio climático es una preocupante realidad que afecta a todo el planeta y que durante mucho tiempo ha pasado desapercibida para los seres humanos. El habitual uso de los combustibles fósiles y la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera son algunas de las principales causas de un problema que puede tener consecuencias devastadoras y cuyos efectos ya se notan actualmente a todos los niveles en gran parte del planeta.
Es el momento de pensar cómo prevenir el cambio climático, y comenzar a tomar conciencia de que el futuro de la Tierra depende por completo de nuestras acciones. Por eso desde Podo queremos contarte cómo entre todos podemos trabajar para reducir los efectos del cambio climático.
Resumen:
¿Qué es el cambio climático?
Cuando hablamos de cambio climático nos referimos a las alteraciones que se producen en los patrones de clima a largo plazo. Se trata de un fenómeno que puede incluir cambios en las temperaturas, en las precipitaciones y en la frecuencia e intensidad de eventos extremos como tormentas y sequías.
En el contexto actual, el término cambio climático se utiliza con frecuencia para referirse al calentamiento global causado por la actividad humana. Sin embargo, el cambio climático va mucho más allá del calentamiento global, también se refiere a los cambios en multitud de fenómenos climáticos: alteraciones en patrones de lluvia, aumento de la probabilidad de eventos climáticos extremos y oscilaciones de temperatura…
¿Cuáles son las consecuencias del cambio climático?
Entre los efectos más notables del cambio climático, destaca el aumento de la temperatura global año tras año. Según la Organización de las Naciones Unidas, la temperatura media de la Tierra es actualmente 1,1 °C más elevada de lo que lo era a finales del siglo XIX. Esto, además, conlleva otras consecuencias como:
- Mayores sequías
- Climatologías extremas: tormentas, huracanes o reventones secos
- Subida del nivel del mar
- Deshielo de los glaciares.
Más allá de los efectos del cambio climático sobre la temperatura, el cambio climático también está provocando alteraciones en los ecosistemas terrestres y marinos. Está ocasionando la desaparición de especies animales y vegetales. Además, también está afectando a la producción de alimentos, la disponibilidad de agua, la salud humana y la vivienda, y está aumentando el riesgo de conflictos por los recursos naturales. Y, no podemos olvidar, que el cambio climático tiene un fuerte componente de injusticia intergeneracional, ya que las generaciones futuras heredarán un planeta muy distinto al que conocemos hoy, y deberán enfrentarse a los efectos de las decisiones que estamos tomando ahora.
Cuanto más tiempo pase, más difícil será revertir el problema. Por lo que si los países más contaminantes no toman medidas para frenar esta situación, el cambio climático tendrá consecuencias a nivel ambiental, político, económico y, por supuesto, social.
Medidas gubernamentales para evitar el cambio climático
El ser humano es el principal causante del cambio climático. Por eso, las medidas para evitar el cambio climático deben partir de una fuerte apuesta por parte de los gobiernos por proteger el medio ambiente.
En los últimos años, se ha incrementado el número de acuerdos internacionales en los que se ha trabajado a nivel político con el objetivo de reducir los efectos del cambio climático. En este punto, la Unión Europea ha sido una de las grandes impulsoras de la cooperación internacional, consiguiendo, junto a otros países, acuerdos tan importantes como el Protocolo de Kioto o el Acuerdo de París.
No obstante, todavía queda mucho trabajo a nivel gubernamental y, por supuesto, a nivel individual para reducir el cambio climático.
¿Qué acciones pueden implementar los gobiernos?
Existen numerosas estrategias que los gobiernos pueden implementar para combatir el cambio climático:
- Políticas de transición energética: facilitar esta transición mediante el apoyo a la investigación y desarrollo de tecnologías limpias, la creación de incentivos para las empresas de energías renovables y la implementación de normativas que limiten el uso de combustibles fósiles.
- Legislación ambiental: establecer estándares de emisiones para las industrias, limitar la deforestación y promover prácticas agrícolas sostenibles.
- Incentivos fiscales: utilizar el sistema fiscal para promover comportamientos sostenibles, por ejemplo, otorgando descuentos fiscales a las empresas que reduzcan sus emisiones de CO2 o subvenciones a los consumidores que instalen sistemas de autoconsumo energético.
- Educación y concienciación: es crucial que los gobiernos inviertan en la educación y sensibilización del público sobre los problemas del cambio climático y la importancia de las acciones individuales.
¿Qué ocurre en España?
A pesar de los acuerdos y los esfuerzos internacionales, todavía en los últimos años España obtiene hasta un 85% del total de la energía consumida de los combustibles fósiles o de la energía nuclear. Por eso, una de las principales soluciones al problema es promover el uso de energías renovables elaborando leyes que fomenten el autoconsumo energético. Precisamente, en las energías renovables se encuentra buena parte de la solución a este problema. Y es que, mediante su uso, se reducen las emisiones de CO2 a la atmósfera y se frenan los efectos de la obtención de elementos como petróleo o gas.
En concreto, en España se está apostando cada vez más por energías limpias como la eólica o la solar, pero todavía queda un largo camino por delante hasta llegar a producir la mayor parte de la energía de esta forma.
¿Qué medidas puedes adoptar para luchar contra el cambio climático?
Las soluciones para el cambio climático dependen en parte de los gobiernos de cada país, pero también dependen en gran medida de la concienciación de cada persona. A nivel particular, son muchos los pequeños gestos y detalles diarios que pueden frenar el cambio climático y mejorar la situación medioambiental en general.
Aunque puede no parecerlo, las acciones a nivel individual tienen una gran fuerza colectiva, por eso es tan importante tomar conciencia del problema y comenzar cuanto antes a luchar por la eficiencia energética, presionando también a los que tienen el poder para que tomen las medidas necesarias.
Acciones para combatir el cambio climático desde casa
Adoptar prácticas sostenibles puede marcar la diferencia en la reducción de nuestra huella de carbono, entre ellas, destacamos:
- Cada vez son más las personas concienciadas con el reciclaje y la separación de residuos para darles una nueva vida sin necesidad de fabricar nuevas materias primas. Esto evita la contaminación y el derroche de energía que se produce al fabricar productos nuevos.
- Incrementar los desplazamientos caminando, en bicicleta o en transporte público. Los vehículos privados son responsables del 10% de las emisiones totales de gases de toda la Unión Europea. Utilizando el transporte público se reducen de forma notable dichas emisiones, aún más si se apuesta por métodos sostenibles como caminar o utilizar la bicicleta.
- Optimizar la adquisición de productos. A la hora de comprar, es aconsejable apostar por productos de temporada y de productores locales, que no requieren un consumo de energía para su importación.
- Y, por último, una de las acciones más significativas que puedes adoptar es apostar por el autoconsumo solar. Un sistema que implica la instalación de paneles solares para generar tu propia electricidad. Esto no solo te permitirá disminuir tus emisiones de CO2, sino que además podrás ahorrar en tu factura de luz. Hoy en día, con tarifas como la de Podo, puedes revertir la energía solar no consumida a la red eléctrica y recibir una compensación que reduce aún más el coste de tu factura.
Además de todo lo anterior, hay que plantearse cómo reducir el cambio climático con pequeñas acciones diarias que no requieren esfuerzo y que se pueden tomar como hábitos rutinarios que cumplir.
- Por ejemplo, es posible ahorrar una gran cantidad de agua cerrando el grifo entre usos, al cepillar los dientes o mientras se friega.
- Del mismo modo, apostar por duchas cortas en lugar de baños, y mantener la temperatura del agua templada son pequeños gestos que tienen una gran importancia.
- En cuanto a la electricidad, se evita fácilmente su derroche limitando el uso de la luz artificial cuando no sea necesaria, y procurando no dejar aparatos en stand by.
- En invierno, bajar la calefacción solo un grado implica un consumo mucho menor de energía, lo que no solo ayuda al medio ambiente, también beneficia tu bolsillo. Además, es aconsejable ventilar solo un par de minutos al día para evitar la pérdida de calor que luego hay que recuperar.
- En verano, se recomienda mantener la temperatura interior entre 24 y 26 º C, evitando que los aparatos de aire estén en constante funcionamiento. Asimismo, se recomienda ventilar en las horas de menor calor para mantener la casa más fresca durante el resto del día.
El cambio climático es una realidad cuyo impacto ya estamos viviendo. Y, aunque puede resultar una problemática abrumadora, debemos recordar que cada uno de nosotros tiene la capacidad de contribuir a la solución.
En Podo, creemos que el cambio climático no es solo un desafío, sino también una oportunidad. Una oportunidad para innovar, para adaptarnos y, sobre todo, para construir un futuro más sostenible y prometedor para las próximas generaciones. Juntos, con pequeñas acciones y decisiones conscientes cada día, podemos marcar una gran diferencia. Porque cada paso que damos hoy, es un paso hacia un planeta más verde y saludable.
Referencias:
9 agosto, 2023