En la actualidad, el termo eléctrico es uno de los electrodomésticos esenciales para tener agua caliente si no cuentas con una caldera de gas. La correcta elección, uso y mantenimiento de nuestro termo no solo puede contribuir significativamente a reducir el gasto energético, sino también a fomentar un estilo de vida más sostenible.
Para que puedas conseguirlo de forma sencilla, en este artículo, queremos explicarte cómo un termo eléctrico influye en el consumo energético de tu hogar y te ofreceremos estrategias prácticas para maximizar su eficiencia. Sigue leyendo y conviértete en un experto en el ahorro de energía.
Resumen:
¿Qué es un termo eléctrico?
Un termo eléctrico, también conocido como calentador de agua eléctrico, es un dispositivo diseñado para almacenar y calentar agua, utilizando energía eléctrica.
Está compuesto por un tanque aislado para minimizar la pérdida de calor, un elemento calefactor que calienta el agua, un termostato para controlar la temperatura y válvulas de seguridad.
Se trata de un electrodoméstico esencial en muchos hogares para proporcionar agua caliente de manera eficiente y segura. Y su funcionalidad principal es mantener una reserva de agua caliente disponible para su uso en actividades cotidianas, como ducharse, cocinar o limpiar.
¿Cuánto consume un termo eléctrico?
El consumo y la eficiencia de un termo eléctrico depende en gran medida de su capacidad para retener el calor, el tipo y calidad del aislamiento, la eficacia del elemento calefactor y la precisión del termostato.
Por lo general, el consumo medio de un termo eléctrico varía entre los 400 kWh y los 3000 kWh al año. Por ello, al elegir un termo eléctrico, es importante tener en cuenta el tamaño del hogar, el número de usuarios y los hábitos de consumo de agua caliente para elegir un modelo que no solo satisfaga las necesidades de agua caliente, sino que también funcione de forma eficiente desde un punto de vista energético.
¿Qué diferencia un termo eléctrico y un calentador de agua?
Es posible que muchos de nosotros, al pensar en el sistema de agua caliente de un hogar, nos hagamos esta pregunta. Y es importante entender que cada uno de estos dispositivos funciona bajo un principio distinto y está diseñado para diferentes necesidades de uso.
- El calentador de agua convencional, también conocido como caldera, funciona con energía de gas, es decir, calienta el agua mediante la combustión de gas natural. Este sistema no solo se utiliza para proveer agua caliente sanitaria sino que, en algunos casos, también se emplea para alimentar sistemas de calefacción, como los radiadores, proporcionando así una solución integral para el hogar.
- Por su parte, el termo eléctrico ofrece agua caliente sanitaria mediante el uso de energía eléctrica. Este, calienta el agua hasta alcanzar una temperatura predeterminada y, una vez conseguida, el dispositivo detiene el consumo energético y mantiene el agua en su interior a la temperatura deseada. Si la temperatura del agua desciende por debajo del umbral establecido, el termo reactiva automáticamente la resistencia para recuperar el calor.
Por tanto, podríamos decir que la diferencia principal entre un termo eléctrico y un calentador radica en su fuente de energía y en su forma de calentar el agua. La elección entre uno y otro dependerá de las preferencias personales, la disponibilidad de suministros de energía en el hogar y los requisitos específicos de cada usuario respecto a la calefacción del agua.
Consejos para ahorrar con un termo eléctrico
Escoger termos con alta eficiencia energética
Seleccionar un termo eléctrico de alta eficiencia energética es clave para minimizar el consumo y, por tanto, el coste de la energía en tu hogar. Los modelos actuales, equipados con tecnología inteligente, ajustan su consumo según la demanda de agua caliente, lo que se traduce en un ahorro significativo en la factura eléctrica.
Selecciona el tamaño óptimo para tu vivienda
Por otro lado, elegir el tamaño correcto de un termo es un aspecto muy importante para optimizar el ahorro energético del hogar. Un termo demasiado grande puede suponer un gasto innecesario ya que tendrá que calentar y mantener más agua de la realmente necesitas. Por el contrario, un termo demasiado pequeño puede resultar insuficiente para cubrir las necesidades de tu hogar, haciendo que tengas que esperar a que se caliente el agua una vez se acabe el depósito.
Para saber cuál es el tamaño óptimo, debes tener en cuenta el número de personas que hay en el hogar y cuáles son sus patrones de consumo. Por lo general, según datos del INE, cada persona necesita en torno a 100 litros de agua caliente al día. Teniendo en cuenta esta estimación, podrás calcular la cantidad de agua caliente que necesita tu hogar.
Instala un termo programable
Otra de las opciones más recomendadas para ahorrar con el uso de un termo eléctrico es el uso de termos programables. Estos permiten configurar los horarios de calentamiento según tus necesidades diarias, garantizando agua caliente justo cuando la necesitas y evitando el consumo innecesario en horas inactivas.
Además, para quienes no tienen un termo con capacidades de programación integradas, una solución práctica es incorporar un temporizador digital externo. Este accesorio ofrece la flexibilidad de programar el encendido y apagado del termo, adaptando su funcionamiento a tus rutinas específicas y asegurando que el agua caliente esté disponible precisamente cuando la necesitas, sin gastar energía de más.
Evita los baños prolongados
En cuanto al estilo de vida, es importante tener en cuenta ciertos hábitos cotidianos que pueden influir significativamente en el consumo energético del hogar. En ese sentido, reducir el tiempo que pasamos bajo la ducha no solo ahorra agua, sino que también disminuye el consumo de energía necesario para calentarla.
Los baños prolongados requieren de una cantidad significativa de agua caliente, lo que a su vez exige más trabajo del termo eléctrico, incrementando así el consumo energético. Al optar por duchas más cortas, no solo contribuyes a un uso más eficiente de la energía, sino que también apoyas la conservación del agua, un recurso cada vez más valioso.
Utiliza filtros en los grifos
Por otro lado, instalar filtros aireadores en los grifos puede parecer un cambio menor, pero su impacto en el consumo de agua caliente y energía es notable. Estos dispositivos mezclan aire con el flujo de agua, lo que reduce la cantidad de agua que se utiliza sin comprometer la sensación de presión. Como resultado, necesitarás menos agua caliente para actividades diarias como lavarte las manos, fregar los platos o ducharte.
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Coloca el termo en una ubicación óptima
La ubicación de tu termo eléctrico puede tener un gran impacto en su eficiencia energética. Por ello, lo más ideal es que el termo esté instalado en un área que minimice la distancia a los puntos de uso más frecuentes, como la ducha o la cocina. Esto reduce la pérdida de calor en el trayecto del agua caliente a través de las tuberías, lo que significa que se necesita menos energía para mantener la temperatura adecuada del agua.
Además, es recomendable asegurarse que el termo esté situado en un lugar con un buen aislamiento térmico, evitando espacios propensos a cambios bruscos de temperatura, como garajes o exteriores, para prevenir pérdidas energéticas.
Ajusta la temperatura del termostato
Por último, pero no por ello menos importante, se recomienda ajustar adecuadamente la temperatura del termostato del termo para garantizar un consumo energético eficiente. Muchos termos vienen preconfigurados a una temperatura más alta de lo necesario para el uso diario, lo que resulta en un consumo energético innecesario. Por ello, se recomienda ajustar la temperatura a unos 45-50°C, lo cual es suficiente para satisfacer las necesidades de agua caliente de la mayoría de los hogares sin comprometer la seguridad o el confort. Este ajuste no solo reduce el consumo de energía, sino que también prolonga la vida útil del termo al minimizar la acumulación de cal y otros sedimentos que pueden surgir a temperaturas más altas.
Podo: la oferta del mercado con la que siempre ahorras
Para cerrar nuestra guía práctica sobre ahorro de consumo con termos eléctricos, es necesario destacar la importancia de elegir un proveedor de energía que nos ofrezca tarifas que se alineen con nuestro estilo de vida y nuestras necesidades.
En Podo, comprendemos la importancia de adaptar la oferta energética a las necesidades reales de cada hogar, garantizando así que solo pagas por lo que consumes. Más allá de ofrecer tarifas competitivas, nuestro compromiso incluye el asesoramiento personalizado para optimizar tu consumo energético. Descubre nuestras tarifas y cómo podemos ayudarte a conseguir un hogar más eficiente y sostenible hoy mismo.
Referencias:
4 marzo, 2024