Cómo ahorrar luz en un piso de alquiler es diferente a cuando tienes tu propia vivienda, tienes menos control sobre ciertos factores, como la eficiencia energética de los sistemas instalados o de los electrodomésticos incluidos en el alquiler. Sin embargo, hay muchas medidas fáciles de implementar que puedes tener en cuenta para reducir tu consumo de energía. En Podo, te damos algunos consejos para que puedas usar mejor la electricidad y ahorrar más en tu factura de la luz.
1. Entiende tu factura de la luz
Para poder conseguir ahorro de luz en alquiler, primero tendrás que echar un vistazo a tu factura eléctrica y analizar tu consumo mensual promedio, así como cuál es la potencia y la tarifa de luz que tienes contratada. Por ejemplo, en muchos pisos o casas de alquiler la potencia contratada suele ser más de la necesaria, por lo que ajustarla al consumo real es un buen comienzo para reducir la factura de cada mes. Lo ideal es cambiar el titular del suministro de luz para tener mayor control y flexibilidad sobre el contrato del servicio.
Por otra parte, si las condiciones del alquiler te lo permiten, puedes comparar distintas tarifas y elegir la tarifa de luz más barata para alquiler con precios más competitivos, con un servicio sencillo y personalizado que te ayude a ahorrar lo máximo posible sin perder calidad de vida en tu vivienda en alquiler. Recuerda llevar un registro de tu consumo eléctrico para ver si los cambios que vayas a hacer surten efecto. En Podo, podrás acceder fácilmente a esta información en tu Área de Cliente, donde podrás comparar tus facturas y observar la evolución de tus gastos mes a mes.
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Calcula tu tarifa2. Consume menos en iluminación
La iluminación del piso o casa representa una parte importante del consumo energético mensual, sobre todo en invierno, cuando hay menos horas de luz solar. Con ajustes fáciles, como sustituir las bombillas tradicionales que haya en la vivienda en alquiler por bombillas LED, podemos consumir hasta un 75% menos de energía. Además, estas llegan a durar hasta 25 veces más que las otras, por lo que la inversión vale la pena a largo plazo.
Independientemente de la época del año en la que estemos, es ideal aprovechar al máximo la luz natural que entra por las ventanas, por lo que puedes reorganizar los muebles para aprovechar la entrada de luz durante todo el día. Asegúrate de que esta distribución no bloquee los radiadores para que sigan distribuyendo el calor de manera uniforme por toda la vivienda. Cuando sea de noche, apaga las luces cuando no las necesites.
3. Controla el consumo de tus electrodomésticos
Si tienes opción de elegir electrodomésticos eficientes para tu alquiler o sustituir alguno de los que no lo son ranto, siempre es mejor optar por aquellos que tengan una etiqueta de eficiencia energética A o B. En un caso u otro, es igual de importante utilizar ciclos de lavado en frío cuando sea posible en lavadoras y lavavajillas, así como solo ponerlas cuando estén llenas. Calentar el agua puede suponer un gran gasto, también para las duchas. Esto no significa que deban ser frías, pero sí te ayudará limitar la duración de estas. Lo mismo sucede con las secadoras, si tienes espacio, considera secar la ropa al aire o en el interior.
Por otra parte, puedes ajustar la temperatura de la nevera a 4-5 ºC y trata de abrir la puerta lo menos posible. Respecto al horno, este también consume mucha energía, por lo que contar con un microondas para cosas pequeñas puede ayudarte a ahorrar energía. Cuando cocines, ajusta el tamaño de las ollas y las sartenes al de los fogones para no perder calor y ponles tapa siempre que sea necesario para mantener la temperatura en el interior.
Recuerda que muchos dispositivos siguen haciendo uso de energía aunque estén en «modo de espera». Desconecta de la corriente los que no necesites en ese momento u opta por regletas con interruptor para evitar el consumo fantasma. También aplica a los cargadores de móviles o portátiles. Puedes poner enchufes y termostatos inteligentes para optimizar el consumo energético. Programa el encendido y apagado de los dispositivos y ajusta la temperatura interior para que se regulen automáticamente entre 19º y 21º en invierno y 24º y 26º en verano.
4. Aísla mejor tu vivienda en alquiler
Estando de alquiler, suele haber poco margen para hacer mejoras en la vivienda, sobre todo en lo que respecta al aislamiento ya que generalmente requiere hacer cambios importantes en la infraestructura de la propiedad. Sin embargo, hay soluciones fáciles de instalar y económicas que pueden ayudarte a evitar pérdidas de calor como inquilino/a.
En ventanas y puertas puedes poner burletes para que queden bien selladas, limitando las corrientes de aire de una estancia a otra, así como asegurarte de que cierren bien y no tengan espacios extra por donde se escape el aire caliente. Aprovecha persianas y cortinas para atrapar el calor dentro, ábrelas en días soleados para calentar las habitaciones y ciérralas cuando el sol se vaya para que no se enfríe el ambiente. Mejor si colocas cortinas gruesas para que actúen como barrera y alfombras para reducir la sensación de frío en el suelo.
Aunque como inquilino o inquilina tengas menos control sobre las mejoras en la vivienda que alquilas, puedes ahorrar mucho en tu factura de la luz con pequeños cambios en tus hábitos diarios. En Podo, queremos hacerte las cosas más fáciles sin que tengas que estar incómodo o incómoda en tu propio hogar, por lo que te ofrecemos distintas tarifas de luz diseñadas para que puedas reducir tu consumo en alquiler tanto como sea posible. Además, te damos la opción de emplear energía 100% verde, certificada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), para que el consumo de tu vivienda en alquiler sea más sostenible.
5 marzo, 2025