La llegada del invierno siempre trae consigo una preocupación común para quienes usan calefacción eléctrica: ¿cómo mantener la casa caliente sin que la factura de la luz se dispare? Ajustar su uso para consumir menos es posible, pero la clave no está en apagar y encenderla constantemente ni en reducir la temperatura cuando no estamos en casa. Hoy te explicamos por qué mantener una temperatura constante puede ayudarte a evitar picos de consumo y, a final de mes, bajar tu factura.
Resumen:
El mito de apagar y encender la calefacción
Muchas personas creen que para ahorrar electricidad, lo mejor es apagar la calefacción cuando no están en casa o reducir la temperatura drásticamente por la noche. Aunque parezca una buena idea, la realidad es que cuando vuelves a encender tu caldera eléctrica o calefactor, estos tienen que trabajar más para calentar la casa desde cero.
Si en lugar de mantener un nivel de calor constante se tiende a esta práctica, los sistemas necesitan consumir mucha energía para conseguir una temperatura agradable. En las casas que están mal aisladas, este hábito puede incluso empeorar la situación.
¿Por qué mantener una temperatura constante es mejor?
La alternativa más eficiente, sobre todo si tienes un plan de tarifas que factura al mismo precio las 24 horas del día, es mantener una temperatura constante en tu casa. Cuando los sistemas de calefacción trabajan de manera continua, no tienen que «esforzarse» tanto o usar energía extra para subir la temperatura. Esto elimina los picos en la demanda de electricidad, que suelen ser los responsables de los aumentos significativos en la factura.
Es importante entender que la calefacción no tiene porque estar encendida durante todo el día, simplemente no hay que encenderla y apagarla cada vez que se llega a la temperatura deseada. Por ejemplo, puedes programar que la calefacción se encienda unos 30 minutos antes de que llegues a casa y que se apague cuando te vayas a dormir para aprovechar el calor residual.
¿Cómo funciona esto en la práctica?
Si mantienes tu casa a una temperatura constante de entre los 18°C y 21°C, tu calefacción usará menos energía a largo plazo para mantener ese nivel de confort, pequeños cambios los hará de forma gradual. No necesitarás que entre en acción de forma agresiva para elevar la temperatura cuando se enfría demasiado.
Aumentar la temperatura de tu hogar por unos pocos grados puede hacer que tu consumo de energía aumente un 10%, dependiendo del tamaño de la casa y de cuán eficiente sea el sistema de calefacción. Además, las fluctuaciones en la temperatura también pueden causar que el aire se vuelva demasiado seco o demasiado húmedo, lo que puede ser bastante incómodo e incluso perjudicial.
Consejos para maximizar el ahorro
1. Usa un termostato programable
Configura tu termostato para mantener una temperatura constante durante todo el día. Puedes hacer pequeños ajustes, por ejemplo, bajar unos grados por la noche o cuando no estés en casa, pero evita cambios drásticos que aumenten el consumo de energía. Con los termostatos programables, puedes gestionar la temperatura automáticamente en función de tus hábitos. Además, algunos modelos se pueden controlar con aplicaciones móviles, muy útil para asegurarte de que no se queda encendida cuando no la necesitas.
2. Revisa que tu casa esté bien aislada
El aislamiento adecuado evitará que el calor se escape a través de paredes, ventanas y puertas mal selladas. Puedes instalar ventanas de doble acristalamiento, sellar grietas alrededor de puertas y ventanas, o colocar burletes en las rendijas. Una vivienda bien aislada permite que el funcionamiento de la calefacción eléctrica sea más eficiente.
Algunas medidas complementarias que para calentar tu casa y gastar menos energía en invierno serían aprovechar el calor del sol durante el día, y cerrar las habitaciones en las que no estés y no tengas intención de entrar, por ejemplo, habitaciones de invitados.
3. Aprovecha las ventajas de tu tarifa
Si tienes una tarifa de luz que ofrece el mismo precio durante todo el día, no tendrás que preocuparte por encender la calefacción eléctrica a una hora u otra para ahorrar en tu factura. Si tu tarifa incluye períodos con precios más bajos, normalmente de noche, te recomendamos programar tu calefacción para que trabaje más en franjas económicas. Así, aunque suponga algo más de trabajo, podrás aprovechar el ahorro que ofrecen esas tarifas.
¿Qué puedes hacer ahora para reducir aún más tu factura eléctrica?
Sabemos que los picos de consumo pueden ser una de las mayores causas de aumentos en la factura de la luz. Por eso, te recomendamos optar por una tarifa que te ofrezca el mismo precio durante las 24 horas del día, sin preocuparte por las fluctuaciones en el precio. Te olvidas de ajustar cada dos por tres la calefacción o hacer cálculos para saber cuándo es más barato encenderla.
En Podo, te lo hacemos todo más fácil con FLEXI UNO. Tendrás un precio fijo durante todo el día, lo que te permitirá disfrutar de una temperatura constante en casa sin sobresaltos en tu factura. Nuestro objetivo es ayudarte a tomar el control de tu consumo energético, puedes reducir los picos y ahorrar más en tu factura de la luz a largo plazo.
Además, podrás incluir nuestro servicio de mantenimiento profesional para asegurar que todo esté en orden. Estas revisiones regulares asegurarán que tus sistemas duren mucho más tiempo y a detectar cualquier problema antes de que se convierta en una molestia mayor.
12 febrero, 2025