Si no prestamos atención o cuidado suficiente, la factura del gas puede dispararse durante las olas de frío que cada vez son más frecuentes en invierno. Por suerte, existen muchas tarifas de gas competitivas y consejos para reducir el consumo de gas sin necesidad de pasar frío.
Verás, los consejos que te vamos a dar son muy fáciles de aplicar, la mayoría no necesitan ni grandes inversiones ni cambios drásticos en tu día a día. Solo hace falta un poco de ingenio para empezar a depender menos de la calefacción y del gas. En Podo, te ayudamos a evitar sorpresas a final de mes.
Resumen:
1. Ajusta la temperatura de la calefacción
Muchas personas piensan que si suben la temperatura de la calefacción al máximo, la vivienda se calentará más rápido, pero con esta práctica no solo se tarda el mismo tiempo, sino que hace que uses más gas del necesario. Lo ideal es mantener una temperatura estable entre los 20 ºC y los 21 ºC para estar cómodo o cómoda en casa. De hecho, por cada grado que subes la temperatura, el consumo de energía puede aumentar aproximadamente un 7%.
Si sientes que hace frío en casa, lo mejor es ser paciente y esperar a que la calefacción haga su trabajo poco a poco. Ponte ropa de abrigo o cúbrete con mantas mientras tanto. También puedes cerrar las puertas de las habitaciones en las que no vayas a estar para que el calor se concentre donde realmente puedas aprovecharlo. No gastes gas para calentar áreas vacías.
Aunque se recomienda mantener una temperatura estable, no hace falta que dejes la calefacción encendida todo el día. Con un termostato inteligente podrás configurar franjas horarias específicas para que se encienda y se apague, como 30 minutos antes de despertarte o de que llegues del trabajo. Puedes apagarla unas horas antes de irte a dormir o cuando no estés en casa para aprovechar el calor residual y conseguir ahorro energético en calefacción.
2. No bloquees los radiadores
Si pones sofás, mesas, camas o incluso cortinas delante de los radiadores, estos pueden absorber el calor que producen o impedir que se disperse de manera uniforme por la habitación. Hará que el espacio tarde más en calentarse, obligando al sistema a trabajar más duro para compensar el frío y llegar a la temperatura deseada.
Tampoco es aconsejable colgar ropa húmeda sobre ellos para acelerar su secado, limita la capacidad del radiador para calentar la estancia por el mismo motivo que hemos comentado hace un momento. Por otro lado, esta práctica aumenta la humedad en el aire, lo que podría causar condensación en ventanas y paredes.
Si no quieres que el espacio quede demasiado vacío, este truco para aprovechar mejor el calor que emanan los radiadores no es tan conocido. Coloca un estante encima que, además de ser decorativo, te ayude a dirigir el calor hacia el interior de la habitación. Resulta útil cuando los radiadores están colocados debajo de una ventana. Otra idea es poner láminas de aluminio detrás de los radiadores que actúen como barrera y eviten que la pared a la que está anclada absorba el calor, sobre todo cuando son exteriores.
3. Sella los puntos por donde entra el aire
Aunque las rendijas o los huecos por donde entra el aire frío puedan parecer pequeños, pongamos como ejemplo una cerradura o una grieta, es importante sellar todos estos puntos de entrada en ventanas, puertas y marcos para que la vivienda no se enfríe y la calefacción no tenga que consumir más gas del necesario para mantener la temperatura. Puedes usar selladores, burletes adhesivos o de silicona para mejorar el aislamiento térmico, es muy fácil colocarlos.
Si tus ventanas no reciben mucha luz solar, puedes poner cortinas gruesas que bloqueen el frío del exterior y retengan el calor generado por la calefacción cuando está encendida. Si no quieres cambiar tus cortinas, también puedes coserles un forro térmico para obtener un resultado similar. Recuerda abrir las cortinas durante el día para aprovechar la luz y el calor natural del sol, así dependerás menos del gas.
4. Aprovecha mejor el agua caliente
Calentar agua consume mucho gas, solo las duchas suelen ser responsables de un 34% del consumo de agua en una vivienda. Por lo tanto, es mejor tomar duchas cortas o instalar una ducha de bajo flujo para limitar la cantidad de agua caliente que usas sin perder presión. Recuerda ajustar el termostato del calentador de agua a una temperatura de entre 50 ºC y 60 ºC, no hace falta que esté más caliente.
En cuanto a la colada, lava la ropa a baja temperatura siempre que sea posible. Programa la lavadora a 30 ºC, es uno de los trucos para ahorrar gas en casa, alrededor de 5 céntimos en la factura por cada lavado. Si tienes espacio, en vez de la secadora, prioriza siempre que el tiempo lo permita el uso de un tendedero para secar tu ropa.
En Podo, te recomendamos llevar a cabo un mantenimiento regulares de equipos, como la caldera, el calentador de agua y los radiadores, para asegurarte que todo funcione como debe. Ahorrarás gas en invierno y evitarás averías como fugas de gas o problemas en las conexiones que afecten al rendimiento del sistema. Además, te ofrecemos tarifas de gas flexibles y competitivas con las que ayudarte a reducir dentro de lo posible el importe de tu factura. Con nosotros, sabrás cómo ahorrar en la factura del gas y tendrás la tranquilidad de que solo pagarás por lo que realmente uses, sin sorpresas a final de mes, incluso en plena ola de frío.
4 marzo, 2025