¿Horno eléctrico o freidora de aire? ¡Vaya dilema! Actualmente, son muchos los usuarios que intentan descifrar qué electrodoméstico es mejor para su cocina. El horno, un viejo amigo que nunca falla. La freidora de aire, una novedad que promete comidas más ligeras y en menos tiempo. ¿Pero cuál gasta más luz? ¿Y cuál es más saludable? Aquí vamos a despejar todas esas dudas que rondan en tu cabeza. ¡Vamos a ello!
Desde Podo, queremos ayudarte a responder todas esas preguntas que te rondan la cabeza para decidirte por aquel que mejor se adapte a ti.
Resumen:
¿Qué es una freidora de aire?
En los últimos tiempos, un nuevo electrodoméstico ha comenzado a formar parte del menaje culinario: la freidora de aire. Aunque pueda sonar raro su concepto es sencillo y, por supuesto, eficaz. No es otro que cocinar con aire caliente.
La freidora de aire nació de la mano de Fred van der Weij en el año 2005. Un holandés que buscaba la fórmula perfecta para cocinar patatas fritas sin aceite u otro tipo de grasa vegetal. Y aunque tardó un poco en ganarse el corazón de los consumidores, cuando lo hizo, se convirtió en un auténtico fenómeno.
Pero, ¿cómo funciona exactamente? Es sencillo, su funcionamiento es similar al que puede tener un horno de convección. Utiliza una resistencia que calienta el aire hasta alcanzar altas temperaturas y posteriormente, mediante ventiladores, ese aire caliente circula alrededor de los alimentos. Este proceso no solo logra cocinar los alimentos de manera rápida, sino que, además, permite obtener resultados crujientes por fuera y jugosos por dentro. De esa forma, simula la experiencia de la comida «frita» pero cocinada de una forma más saludable.
¿Cuáles son las ventajas de usar una freidora de aire?
Entre los principales beneficios de utilizar la freidora de aire destacan:
- La principal ventaja de las freidoras de aire es su capacidad de cocinar con una mínima cantidad de aceite. En muchos casos, tan solo es necesario pulverizar los alimentos lo que hace que los platos sean más saludables.
- A diferencia de un horno convencional, la freidora de aire, por lo general, no requiere precalentamiento. Su diseño le permite cocinar los alimentos de forma rápida.
- Gracias a su sistema de circulación de aire caliente, los alimentos se cocinan de manera homogénea. Esto se traduce en patatas fritas perfectas, pollo crujiente y verduras tiernas y doradas por igual, sin zonas más hechas que otras.
- Al utilizar menos aceite, se reduce la cantidad de salpicaduras, facilitando la tarea de limpieza después de cada uso.
¿Cuáles son los inconvenientes de usar una freidora de aire?
Es importante destacar que, de la misma forma que el uso de las air fryers implica una serie de ventajas, no debemos olvidar que también supone ciertos inconvenientes:
- La ausencia o reducción de aceite puede hacer que algunos alimentos queden un poco más secos en comparación con la cocción en horno tradicional o en una freidora convencional.
- Incorporar una freidora de aire al menaje de tu cocina significa sumar otro electrodoméstico más, por lo que, si ya cuentas con múltiples aparatos esto podría limitar el espacio disponible en tus encimeras todavía más.
- Las freidoras de aire suelen tener una capacidad menor que los hornos tradicionales. Esto puede ser un inconveniente para preparar comidas en grandes cantidades.
¿Cuánto consume una freidora de aire?
Al hablar del consumo energético de un electrodoméstico, es importante entender que son diferentes variables las que influyen. No solo se trata de cuánto consume el aparato en sí, sino también del tiempo que permanece encendido, la potencia a la que opera y, por supuesto, de la tarifa de luz que tengamos contratada.
Las freidoras de aire suelen funcionar con una potencia media de entre 1.000 y 1.400 watts. A priori puede parecer una cifra realmente alta, sin embargo, estas freidoras tienen una ventaja: el tiempo que tardan en cocinar.
Para entenderlo mejor, utilicemos un ejemplo. Imagina que utilizas tu freidora de aire durante una hora a su máxima potencia (1.400 watts o 1,4 kW), estarías consumiendo 1,4 kWh de energía. Teniendo en cuenta que el precio promedio de la electricidad en septiembre de 2023 según la OCU fue de 0,162955 €/kWh; usar tu freidora durante una hora te costó alrededor de 0,23 euros.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que rara vez la utilizarás una hora completa a máxima potencia. En resumen, aunque la potencia de la freidora pueda parecer alta, su eficiencia en términos de tiempo puede traducirse en un coste relativamente bajo en tu factura de luz.
¿Cuánto consume el horno?
Para entender cuánto consume un horno eléctrico, lo primero que debemos conocer es la potencia media de estos electrodomésticos. Un horno eléctrico convencional puede tener una potencia de entre los 2.000 y los 2.500 watts, aunque hay modelos profesionales que pueden superar dicha cifra. Por otro lado, otro de los factores a tener en cuenta es el tiempo de uso.
De la misma forma que en el apartado anterior, utilicemos un ejemplo para hacer una estimación real de cuánto consume el horno. Imaginemos que tendremos encendido un horno de potencia media que utilizará 2,5 kW durante una hora. Su consumo será de 2,5 kWh. Si tenemos en cuenta el precio medio de la electricidad durante el mes de septiembre de 2023 (0,162955 €/kWh), el coste de usar dicho horno durante una hora sería de aproximadamente 0,41 €.
¿Qué gasta más luz, el horno o la freidora de aire?
Pero, entonces, ¿qué gasta más, el horno o la freidora de aire? Empecemos por lo evidente. Si tenemos en cuenta estrictamente la potencia eléctrica, los hornos tradicionales suelen consumir más que las freidoras de aire, como ya hemos visto anteriormente. Sin embargo, el consumo no es solo una cuestión de potencia, sino también del tiempo que cada electrodoméstico necesita.
En comparación, aunque hay hornos que pueden trabajar en un rango similar de potencia a las freidoras de aire, por lo general consumen más energía debido a su mayor tamaño y a que necesitan más tiempo para cocinar.
Una vez dicho esto, es importante aclarar que los hornos más modernos y con etiquetas de eficiencia energética A, están diseñados para conservar mejor el calor, lo que puede reducir ligeramente el consumo. Sin embargo, el uso del horno generalmente sigue siendo más caro en comparación con la freidora de aire, no solo por su potencia, sino también por los tiempos de cocción más prolongados.
El truco aquí radica en usar estos aparatos de forma óptica. Una gestión adecuada de los tiempos, temperaturas y cantidades cocinadas puede suponer una gran diferencia en tu factura de luz a final del mes.
En Podo te recomendamos que, más allá del electrodoméstico que elijas, estés informado sobre las tarifas de luz disponibles y que optes aquella que mejor se adapte a tus necesidades y hábitos de consumo. Así, no solo cocinarás de forma óptima, sino también de forma eficiente y económica.
24 octubre, 2023