A medida que el invierno se acerca, es común que crezca la preocupación por el aumento en la factura energética. Según la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), el gasto medio en calefacción en los hogares españoles es aproximadamente 600 € al año.
Frente a esto, una de las principales preguntas que más se repite es: ¿cómo mantener el confort en nuestros hogares sin que se dispare la factura de luz y gas? Entre otros aspectos, la solución se encuentra en la elección del tipo de radiadores.
En Podo, queremos ayudarte a entender cuál es el tipo de radiador que mejor se ajusta a tus necesidades. Por eso, en este artículo, hablaremos sobre los distintos tipos de radiadores que existen, cuáles son los que menos consumen y analizaremos qué factores debes tener en cuenta al elegir los tuyos. Por lo que, si quieres saber más, ¡sigue leyendo!
Resumen:
¿Qué debo tener en cuenta al comprar un radiador?
Entre los factores a tener en cuenta antes de lanzarte a la compra de un radiador, es importante considerar diferentes aspectos clave para asegurarte de que estás tomando la decisión más acertada. Entre ellos, destacamos:
- El tipo de energía disponible en tu hogar: gas, electricidad, energías renovables…
- Por otro lado, la eficiencia energética. Para ello, se deben buscar radiadores que ofrezcan el máximo rendimiento con el menor consumo posible.
- Es esencial también tener en cuenta el tamaño de la habitación, el aislamiento, la altura de los techos y la orientación de la vivienda en la que se instalará. Ya que un radiador demasiado potente para un espacio pequeño o mal aislado puede significar un gasto innecesario, mientras que uno con poca potencia podría no ser suficiente.
- Otro factor a tener en cuenta es cuánto estás dispuesto a invertir. Escoger un radiador de mayor calidad y eficiencia puede suponer un ahorro en tu factura a medio y largo plazo.
- Por último, asegúrate de que el fabricante ofrezca una garantía adecuada y que cuentes con un buen servicio técnico.
¿Qué tipos de radiadores existen?
Para realizar una adecuada elección de un radiador para nuestro hogar o negocio debemos analizar una serie de variables que influirán en su funcionamiento y eficiencia. Para clasificarlos, podemos atender a diferentes criterios, entre los principales destacan:
- Material: Podemos encontrar radiadores fabricados en acero, en aluminio, en hierro fundido… En ese sentido, podríamos decir que, los radiadores de acero son económicos y calientan de forma rápida, sin embargo, pueden estropearse más fácilmente. Los de aluminio, por su parte, tienen una alta conductividad, lo que supone un alto poder calorífico, sin embargo, suelen ser más caros. Y, por último, los radiadores de hierro fundido, son muy resistentes y tienen una alta capacidad de retener el calor por más tiempo, sin embargo, suelen tardar más tiempo en calentarse.
- Tipo de energía: Existen radiadores que funcionan con gas natural, eléctricos, los que utilizan aceite o los que funcionan con energías renovables.
- Tipo de instalación: Existen opciones como los radiadores murales, los de suelo, los toalleros para baños…
Dada la amplia variedad de opciones, a continuación nos centraremos en analizarlos según el tipo de energía que utilizan para funcionar, más concretamente hablaremos sobre los diferentes tipos de radiadores que utilizan gas natural.
Radiadores eléctricos
En primer lugar, los radiadores eléctricos son una opción muy popular que destaca por una inversión inicial pequeña y la comodidad de que no necesitan instalación. Su funcionamiento es sencillo, ya que transforman la energía eléctrica en calor para calentar paneles internos, los cuales, a su vez, irradian el calor hacia el ambiente. Esta forma de funcionar asegura una distribución uniforme del calor, ofreciendo una sensación agradable y constante en la estancia.
Podríamos decir que los radiadores eléctricos suelen ser altamente eficientes ya que, por lo general, convierten prácticamente toda la energía que utilizan en calor. Además, al no tener una gran instalación, no suelen producirse pérdidas de calor a través de tuberías, por ejemplo, como es el caso de otros tipos de radiadores.
Tradicionalmente, el coste de la electricidad junto con una menor eficiencia de los aparatos podía hacer que fuesen una opción menos elegida frente a otras alternativas. Sin embargo, gracias a la evolución en el diseño, los materiales con los que se fabrican o las funcionalidades incorporadas, este tipo de radiadores es cada vez más eficiente. Destacan, por ejemplo, opciones como los radiadores de mica o los de calor azul.
Radiadores de agua
Los radiadores de agua destacan por su eficacia en la distribución del calor, lo que los ha convertido, con el paso de los años, en una de las opciones más escogidas. Funcionan a través de una caldera que calienta el agua utilizando gas natural como fuente de energía. Una vez caliente, el agua circula por los radiadores transfiriendo el calor de forma efectiva por cada estancia.
Tal y como hemos comentado anteriormente, los materiales de los que suelen estar fabricados son el acero, el aluminio o el hierro fundido.
Por último, con respecto a la salida de aire de este tipo de radiadores, es importante destacar que la gran mayoría de modelos incluyen un purgador automático que se encarga de liberar el aire atrapado en el interior para asegurar la máxima eficiencia de la instalación, mientras que otros incluyen purgadores manuales que deben ser activados al menos una vez al año para garantizar una distribución uniforme del calor.
Radiadores de gas con salida directa
Los radiadores de gas directo se han posicionado como una de las opciones más prácticas y eficientes para la calefacción de espacios específicos. Son perfectos para viviendas o locales que cuentan con suministro de gas natural pero no disponen de una caldera, ya que su funcionamiento se basa en la combustión de gas natural dentro del propio radiador, generando calor sin necesidad de tener un sistema de calefacción central.
Su eficiencia radica en la capacidad de concentrar la energía térmica en lugares concretos, lo que los hace ideales para calentar áreas determinadas de forma rápida, en lugar de calentar toda la vivienda, estos radiadores permiten una calefacción por zonas.
Por otro lado, es importante destacar que estos radiadores cuentan con salidas directas de los gases de combustión al exterior, lo que supone una mayor seguridad y calidad del aire interior frente a otras opciones tradicionales como los radiadores de gas propano.
Sistemas de calefacción por suelo radiante
Los sistemas de calefacción por suelo radiante constituyen una opción innovadora y eficiente en el uso del gas natural para la climatización de espacios. Estos sistemas funcionan mediante la circulación de agua caliente, previamente calentada por combustión de gas natural, a través de tuberías instaladas bajo el suelo.
Esta técnica garantiza una distribución uniforme y constante del calor, emergiendo desde el suelo hacia arriba, lo que resulta en un ambiente cálido y acogedor de forma más natural. Esta distribución homogénea del calor no solo mejora el confort sino que también contribuye a una mayor eficiencia energética, ya que evita las pérdidas de calor comunes en sistemas convencionales.
¿Qué radiadores son más eficientes?
Cuando hablamos de radiadores eficientes, nos referimos a la capacidad de un radiador para transformar la mínima energía en el máximo calor reduciendo la pérdida energética. En este sentido, los radiadores de agua son altamente eficientes para viviendas que cuentan con un sistema de calefacción central, ya que distribuyen el calor de manera uniforme y constante. Sin embargo, si buscamos una solución para calentar un espacio concreto de manera rápida, los radiadores de gas directo pueden ser más adecuados.
Por otro lado, para quienes buscan la máxima eficiencia, los sistemas de calefacción por suelo radiante son una excelente opción. Aunque su instalación puede ser más costosa en un inicio, su eficiencia a largo plazo es notable, ofreciendo un alto confort térmico y el máximo ahorro en la factura de gas.
Por último, los radiadores eléctricos pueden ser una de las opciones más eficientes en climas más suaves o en lugares menos utilizados del hogar en los que se necesita calefacción puntual. Aunque es importante destacar que la inversión inicial en el caso de los radiadores eléctricos es menor, el coste del kilovatio hora de luz suele ser más elevado que el del gas natural.
¿Qué radiador es el más adecuado para mi?
Una vez que ya conoces las diferentes opciones en lo que a radiadores se refiere, vamos a resumir cuáles son los radiadores más adecuados en función de los aspectos a los más relevantes para ti:
- Si lo más importante para ti a la hora de escoger un radiador es el coste inicial, lo más recomendable si no cuentas con una instalación de gas natural es decantarse por los radiadores eléctricos, ya que son una opción fácil, rápida y económica de instalar. En caso de que tu vivienda ya cuente con una instalación previa, los radiadores de agua son otra de las alternativas aunque más costosa que la anterior.
- Por otro lado, si el aspecto más relevante en tu decisión es la eficiencia energética, debes saber que los radiadores de agua que funcionan mediante una caldera de gas son la opción más recomendable.
- En caso de que lo más importante sea la sostenibilidad, podrías decantarte por una opción que funcione mediante energías renovables. En ese caso encajaría muy bien la opción de suelo radiante.
- Por último, dependiendo de si buscas una opción de calor permanente o si lo que quieres es una alternativa de calefacción puntual, tendrás diferentes opciones. En el primero de los casos, nuevamente los radiadores de agua pueden ser una opción ideal. Mientras que en el segundo caso, los calefactores de gas directo pueden ser una opción más recomendable.
Consejos para reducir el consumo de los radiadores
Cuando hablamos de reducir el consumo de los radiadores, de forma indirecta estamos pensando en acciones para ser más eficientes energéticamente hablando. Para ello, entre los principales consejos que podemos darte destacan:
- Asegúrate de realizar un mantenimiento adecuado de tu sistema de calefacción.
- Mejora el aislamiento de tu hogar para reducir la pérdida de calor.
- Puedes utilizar termostatos programables que te permitan ajustar la temperatura de acuerdo a tus necesidades, evitando un consumo excesivo de gas.
- Además, reducir la temperatura en un grado o dos puede tener un impacto significativo en tu consumo sin sacrificar el confort.
- Aprovecha las horas de sol para calentar tu hogar de forma natural y cierra cortinas y persianas durante la noche para conservar el calor.
Con la elección del radiador adecuado y ajustando tus hábitos, podrás disfrutar de un invierno cálido sin preocupaciones por el coste de tu factura de gas y electricidad.
En Podo, estamos comprometidos contigo y queremos ofrecerte soluciones eficientes y económicas. Por ello, contamos con diferentes tipos de tarifas de gas que se ajustan a tus necesidades y te ayudan a optimizar tu consumo energético, garantizando que obtengas el mejor precio y servicio. Te invitamos a explorar nuestras tarifas y, si tienes alguna consulta, no dudes en contactarnos, nuestro equipo te ayudará a elegir la que mejor se adapte a ti.
20 octubre, 2023